15. JERUSALÉN: JEFE DE LAS IGLESIAS
Pablo regresó por tercera vez a Jerusalén para informar a los Ancianos acerca de su misión entre los paganos. Él guiaba una delegación de gente que representaba las Iglesias que él había fundado, y que eran, en su mayoría, pagano-cristianos, pero también habían discípulos judíos, como Timoteo. Se convirtió en el jefe reconocido (1 Cor 12-14) de un grupo de comunidades locales, para contestar a las sinagogas que conducían al interno de las comunidades paganas, una existencia autónoma. Él les otorgó el nombre de Iglesias, según la tradición deuteronómica, reivindicando para cada una la dignidad de asamblea del pueblo elegido por Dios, y reservada primariamente a la Iglesia de Jerusalén. Pablo ejercitó la autoridad de una apóstol de Jesucristo (1 Cor 1 – 21: 2 Cor 1, 1), título al cual él estaba muy ligado.
Ahora en la capital del judaísmo y delante a la Iglesia de Jerusalén, que presidía Santiago, donde “miles de judíos llegaron a la fe”, a Pablo se le pidió de probar su unión a los Padres. Él había escrito a los Corintios “Me he dado todo a todos” - (1 Cor 9, 12). Se dirigirá al Templo, se purificará con un grupo de Nazarenos, “ y todos verán que así que observaba bien la Ley”. Y allí fue arrestado.
16. ARRESTO EN EL TEMPLO DE JERUSALÉN
Todo estaba listo para el ataque: el temor que se desató por las predicaciones de Pablo en las sinagogas y el desarrollo de este cristianismo que amenazaba las estructuras y las leyes. Cuando Pabló llegó al Templo, la tensión estalló, el séptimo y último día de la purificación. ¿Lo acompañaba quizás un griego no judío, y con ello estaba profanando el santuario?. Algunos judíos del Asia menor lo reconocieron y provocaron a la muchedumbre. Pablo fue expulsado del Templo.
Pablo se salvó de la muerte, gracias a la llegada de un tribuno y de una multitud de soldados y todavía quiso hablar: “De pie sobre la escalera… en medio de un gran silencio, él hablaba en hebreo a la muchedumbre”; explicó su fidelidad como judío, formado en la escuela de Gamaliel, y el asombroso encuentro sobre el camino de Damasco que desde ese momento dominó e inspiró su vida. Después, delante de estos judíos de Jerusalén, añadió: “estando en oración en el Templo caí en éxtasis; y le vi al que me decía: “Date prisa y marcha inmediatamente de Jerusalén pues no recibirán tu testimonio acerca de mí….”» (Hch 22,17), y más adelante: “Marcha, porque yo te enviaré lejos, a los gentiles” (Hch 22,21). Estas últimas palabras hacen que la muchedumbre se desencadene de nuevo: pues significa que la Alianza de Dios con los hijos de Israel está abierta a todos.
EL TIEMPO DE LA PRISIÓN Y DE LOS PROCESOS: JERUSALÉN, CESAREA, ROMA.
- Pablo fue conducido a la fortaleza de Jerusalén, más por ser ciudadano romano no sufrió la flagelación. Su primer proceso fue delante al sinedrio;
Fue transferido a Cesarea, apenas se supo del complot que los zelotas judíos -con la intención de matarlo- habían tramado: su segundo proceso fue llevado a cabo con el Procurador Félix (años 57-59);
- El tercer proceso con el procurador Festo, dos años después;
- El cuarto proceso delante de Agripa II. “Este hombre no ha hecho nada que merezca la muerte o las cadenas. Habría podido ser liberado, sino hubiera apelado al César”.
FUENTE: http://www.annopaolino.org/interno.asp?id=38&lang=spa