Seminario Mayor San Fidel  
 
  Curso Sinopticos y Hechos 12-05-2025 11:03 (UTC)
   
 


TRABAJOS DEL CURSO: SINOPTICOS Y HECHOS





PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE

INSTITUTO ANEXO SEMINARIO MAYOR SAN FIDEL

 

 

 

 

Sección: Teología

 

 

 

 

 

 

 

PRESENTACIÓN

DEL EVANGELIO

DE MARCOS

 

 

 

 

Alumno: José Luis Caamaño G.

Profesor: P. Santiago Andrade

Curso: Sinópticos y Hechos

 

 

 

 

 

Licanco, Junio 6 de 2008

INTRODUCCION

 

He querido presentar este trabajo porque me intereso profundizar en un evangelio que se creía como posterior y por tanto fue postergado respecto de los demás por varios siglos. Sin embargo gracias a las últimas investigaciones que confirman su antigüedad y su anterioridad respecto a los otros evangelios me produjo interés. Todo este trabajo es con un afán monográfico, citando varios autores y siguiendo sus ideas.

 

La manera en como presento el tema es sencilla. Parto con unas notas preliminares como para introducir el tema señalando algunos estudios al respecto. Luego presento en breves rasgos al evangelista Marcos, intentando profundizar en su historia, relación con los discípulos y notas características de su evangelio que de allí se desprenden. Seguido de este tema, volvemos al texto mismo para señalar su fecha de composición, lugar donde supuestamente se pudo haber elaborado y los destinatarios a los cuales el evangelista se dirigió. Sin un afán científico sino que presentando algunas hipótesis que autores connotados nos revelan. Posteriormente presento los motivos internos que le dan fuerza a la redacción, el propósito del autor. Quise presentar también algunas propuestas respecto a la estructura del evangelio. Termino este trabajo indicando algunas notas doctrinales respecto a la persona de Jesús, cómo presenta Marcos a Jesús, su cristología de fondo en el evangelio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

 

NOTAS PRELIMINARES

 

Resulta interesante abordar este evangelio puesto que ha sido un evangelio hasta hace poco un tanto olvidado. Se pensaba que era posterior al de Mateo, es el evangelio menos comentado por los Padres de la Iglesia y por los teólogos medievales. Hasta antes del Vaticano segundo sólo se leían de él algunas perícopas y el relato de la pasión. Hoy día esa situación ha cambiado, es uno de los evangelios más estudiados. Desde el siglo XVIII pasó a primer plano en la investigación exegética. Desde que la investigación lo ha considerado el evangelio más antiguo junto con la fuente Q se ha volcado el interés sobre Marcos.[1]

 

Según los autores, Rafael Aguirre Monasterio y Antonio Rodríguez Carmona, afirman que contribuyeron a este cambio de situación al menos tres factores:

 

1)   Los estudios de C. H. Weisse, y C.G. Wilke, quienes establecieron la prioridad de Mc (mayor antigüedad) en desmedro de la posición tradicional, que otorgaba dicho puesto al evangelio según san Mateo.

2)   El convencimiento de la crítica —entre ellos, R. Bultmann y R. Pesch— de que Marcos es el “autor” del género “Evangelio”.

3)   El aporte realizado por la crítica de la redacción, la que ha evidenciado el carácter originario de la teología de Marcos.

 

Todo esto, como ya decíamos, ha contribuido a que el Evangelio según San Marcos haya despertado un gran interés en los estudiosos, quienes lo han examinado desde diversos puntos de vista:[2]

 

-          Historia de las Formas (Formgeschichte): Estudio en el cual todos coinciden en afirmar que Marcos ha compilado diversos tipos de “formas” que son pequeñas estructuras literarias de la comunidad.

-          Historia de la Redacción (Redaktiongeschichte): Estudio que ha valorado y profundizado en el estudio de las tradiciones que subyacen en el evangelio de Marcos.

¿QUIÉN ES MARCOS? [3]

 

Resulta absolutamente necesario profundizar en quién es Marcos para comprender  con mayor profundidad su evangelio. Cuando profundizamos en el autor podremos descubrir muchos elementos que ayudan a interpretar lo que en la obra se dice. Descubrimos su contexto, su lenguaje particular, las intensiones que mueven al autor a decir tal o cual cosa con tales y cuales palabras y no otras, quienes eran sus destinatarios, su experiencia de Jesús, en fin, comprendemos de mejor manera su escrito.

 

Testimonios de la Tradición sobre Marcos:

 

Eusebio de Cesarea nos da uno de los testimonios más antiguos acerca de la persona y actividad del evangelista Marcos, en el que cita a Papías de Hierápolis  (120-130 d.C.), quien, a su vez, remite sus propias declaraciones a lo que habría escuchado del presbítero Juan. Este testimonio estaría situado alrededor de 80 años después de la redacción del  evangelio:[4]

 

“El presbítero acostumbraba a decir que Marcos, habiendo sido el intérprete de Pedro, escribió con cuidado, si bien sin orden, todo aquello que se recordaba de los dichos y de los hechos del Señor.

No había escuchado ni seguido personalmente al Señor, sino Pedro, y aquello sólo mucho más tarde, como he dicho. Pedro enseñaba según las circunstancias, sin dar un orden a los dichos del Señor. Por eso Marcos no cometió errores escribiendo basándose en sus recuerdos. No tenía más que una sola preocupación: no omitir nada de aquello que había escuchado y no referir nada falso”[5].

 

A partir de este testimonio podemos concluir que la Iglesia antigua vincula a identifica a Marcos con Juan Marcos de Jerusalén el compañero de Pablo y Bernabé en el primer viaje misionero.

 

Otro de los testimonios más antiguos el prólogo latino de la segunda mitad del siglo II, llamado “antimarcionita”, en el cual se dice lo siguiente:

 

“He aquí las aserciones de Marcos, denominado el hombre de los dedos cortados, porque en contraste con su estatura, tenía los dedos demasiado cortos, [el que] fue el traductor de Pedro. Después de la muerte de Pedro puso por escrito este evangelio en Italia”.[6] 

 

Testimonios bíblicos sobre Marcos: [7]

 

En los Hechos de los Apóstoles se observa que la figura de Marcos es la del mediador. Se relaciona con Pedro, pero también con Pablo:

           

            En Hch 12 se relata que después de la liberación milagrosa de la cárcel, Pedro se refugia en casa de María, “madre de Juan llamado también Marcos” (cf. Hch 12,12). Esta es la primera vez que se menciona a Marcos. Al final del texto (cf. v.25) es asociado con Bernabé y Pablo, que lo tienen como compañero y colaborador en su primer viaje misionero (cf. Hch 13,5).  Después, Marcos se separa y vuelve a Jerusalén (cf. Hch 13,5.13). Pablo no acepta llevarlo consigo en el segundo viaje misionero, provocando con ello el desacuerdo y la separación de Bernabé, primo de Marcos (cf. 15,37-39).

           

            Pablo alude a Marcos en Col 4,10. El apóstol lo recomienda a la acogida de la comunidad de los Colosenses.  En otra ocasión pide su venida, considerándola “útil para el ministerio” (cf. 2 Tim 4,11). Así tenemos que, por una parte, aparece un Juan Marcos colaborador de Pablo, un hombre de confianza de Pablo, de hecho este le manda como su portavoz a las iglesias de Oriente (cf. Col 4,10).[8]

           

            Por otra parte, está el Marcos “hijo” de Pedro (cf. 1 Pe 5,13): “Os saluda la que está en Babilonia, elegida como vosotros, y mi hijo Marcos”.[9]

 

Con estos testimonios tanto bíblicos como extra-bíblicos podemos descubrir elementos que nos ayudan a profundizar en Marcos y su evangelio, tales como:

 

El tipo de cristianismo y , por tanto, de teología, que había en Roma en los primeros años del cristianismo: un cristianismo capaz de integrar tradiciones diversas, como la de Pedro y la paulina, en otras palabras, Marcos da a conocer como se desarrollaron y conjugaron las tradiciones judaico-palestinenses a las cuales pertenecía Pedro, con las tradiciones desarrolladas en la diáspora y en la misión a los paganos de las que era representante Pablo.[10]

 

De hecho, el doble nombre Juan Marcos es un indicio de su origen judío (Juan), pero que vive en un mundo de lengua y cultura griega (Marcos). Los textos del N.T. lo muestran como primo de Bernabé (cf. Col 4,10) quien era a su vez un levita acaudalado de Chipre (cf. Hch 4,36).

 

Otro elemento a concluir es que a Marcos o Juan Marcos) se le atribuye la autoría de este evangelio. Lo que sí no es claro, es el tipo de relaciones que estableció con Pablo y Pedro.  Pudo haber escrito su evangelio después de la muerte de Pedro, por lo que nos dice Papías. Según él, Marcos habla de “recuerdos”, y que su papel no es sólo de secretario de éste. Además, hay que aceptar la posibilidad de que haya recurrido a otras fuentes, por lo que no fue solo un secretario, sino autor de un evangelio.

 

FECHA DE COMPOSICIÓN

 

A partir de los elementos entregados por el evangelio, tenemos la insistencia de Marcos en la fidelidad en medio de la tribulación (cf. 8,34ss; 10,38-39; 13,9.13) lo que sin duda responde a la situación de una comunidad perseguida. Esto nos podría situar en la persecución de Nerón entre los años 54-68 d.C., que alcanzó su mayor virulencia en el año 64, ocasión del incendio de Roma.[11]

 

Los testimonios antiguos presentan diferencias a la hora de indicar la fecha de composición. Según Clemente de Alejandría la redacción del evangelio de Marcos habría tenido lugar durante la vida de Pedro, quien habría “autorizado el escrito para ser leído en las iglesias”.  Para Ireneo (nacido el 140 d.C.) habría sido después de la muerte de Pedro y Pablo (64 ó 67 dependiendo de donde se ubique la fecha del martirio de ambos); para Clemente de Alejandría (nacido el 150 d.C.) Marcos habría escrito su evangelio cuando Pedro todavía vivía.  Hoy día la mayoría de los investigadores sitúan la redacción final del Evangelio según san Marcos antes del año 70; antes, por tanto, de la caída de Jerusalén, por las connotaciones apocalípticas en Mc 13. [12]

 

Estos elementos permitirían afirmar la composición del evangelio de Marcos entre los años 64 y 70 d.C.

DESTINATARIOS Y LUGAR DE COMPOSICIÓN

 

En el evangelio estos elementos no se encuentran explícitos, por lo que se hace necesario deducirlos del conjunto de la obra.

 

Respecto al lugar de origen, salvo el testimonio de J. Crisóstomo nos señala que Marcos escribió su evangelio en Egipto,[13] hay consenso en situarlo fuera de Palestina, en un contexto cultural y administrativo romano. Además, la tradición, desde muy temprano, lo sitúa en Roma (cf. 1 Pe 5,13). Varios testimonios confirman aquello. A partir de los antiguos prólogos al evangelio compuestos por Ireneo y Clemente de Alejandría, Marcos escribió su evangelio para los cristianos de Roma.[14]

 

En cuanto a los destinatarios, generalmente se sostiene que Mc ha redactado el evangelio para los cristianos provenientes del paganismo. Es la hipótesis que cuenta con más apoyo en las investigaciones realizadas. Sin embargo, como ya lo hemos dicho, Marcos establece una especie de puente entre Pablo y Pedro, hecho que podría hacer pensar en destinatarios de ambas proveniencias. En la misma Roma parecen haber existido cristianos de origen gentil y origen judío (cf. Rom 16). Incluso, manteniéndonos en el texto del evangelio, encontramos que la identidad de Jesús es proclamada por judíos (Pedro, Bartimeo) y por paganos (el centurión al pie de la cruz).

 

Algunos argumentos que la respaldan la afirmación de que Marcos escribió su evangelio para destinatarios de cultura romana:[15]

 

a)   Explicación de las costumbres, ritos litúrgicos e instituciones judías (cf. 7,2-4; 14,12; 15,42).

b)  Traducción o transcripción de palabras hebreas o arameas: como Abba en 14,36; 3,17; 5,41; 7,11.34; 9, 43; 10, 46; 15,22.34.

c)   Ausencia casi total de temas que son de interés para un judío, como por ejemplo, la limosna, la oración y el ayuno (cf. Mt 6,1-18); no existe el énfasis que encontramos en Mt por el cumplimiento de las profecías veterotestamentarias en la persona y actividad de Jesús. Mt tiene 124 citas del A.T. y Lc 109, contra 70 de Mc. Tampoco está presente en Marcos como en los otros evangelistas una marcada relación entre la Ley Antigua y la Nueva (cf. Mt 5,17-48), etc.

 

A partir de los anteriores elementos puede concluirse, con gran probabilidad, que el Evangelio según San Marcos tendría como destinatarios básicamente a cristianos provenientes de un mundo que no es judío, y que viven fuera de Palestina. Aunque esta afirmación también es un tema discutido, sobre todo en relación al trasfondo semítico que se encuentra en el evangelio.[16]

 

Estamos frente a una comunidad que mayoritariamente procede de la gentilidad y que vive su fe fuera de Palestina. Es una comunidad que sufre persecución, de gran dureza si pensamos en la Roma imperial de Nerón.

 

 

PROPÓSITO DEL EVANGELIO

 

Preocupación apologética: Aunque la función apologética no influyo tanto en el texto se puede afirmar que si están presentes. Se insiste en la realidad humana de Jesús, con ellos se puede interpretar que la lucha contra los docetistas estaba presente en sus propósitos. En los relatos de la pasión, se hace alusión constante a textos del Antiguo Testamento, tiene un sentido apologético ante la interpretación del AT a la luz del resucitado.[17]

 

Motivos litúrgicos: Están presente en el evangelio temas como el ayuno (2,20), la unción (6,13), la oración (9,29; 11,24), la institución de la Eucaristía (14,22-25) y la relación con la pascua judía (14,16-20). Estos teman podría constatar que se trate de un interés litúrgico para instruir a las comunidades cristianas recién en formación.[18]

 

Finalidad Catequética: La recopilación de sentencias de Jesús, la sucesión de temas afines, y la estructura temática en sí, constata de un interés catequético para la iglesia a la cual escribió.[19]

 

Motivos doctrinales: Varios autores señalan su relación con la teología paulina, en su aspecto soteriológico. Todo el evangelio refleja  las ideas del primitivo kerigma de las iglesias primitivas. Por tanto el motivo principal de este evangelio no es histórico sino doctrinal, tiene que ver con la transmisión del kerigma a las iglesias primitivas. [20]

ESTRUCTURA DEL EVANGELIO

 

El evangelio de Marcos es el más breve de los cuatro evangelios y la mayoría de sus contenidos están tratados, aunque con matices diversos, en los evangelios de  Mateo y Lucas. [21]

 

Respecto a la estructura de este evangelio podemos afirmar después de revisar algunos autores que no se trata de una simple unión de diversos textos o tradiciones anteriores sino que tiene una estructuración propia. La pregunta es ¿cuál es esa estructura? Estructura que le hace tener una unidad temática y por decirlo de alguna manera, un hilo conductor que nos permite afirmar que no es solo yuxtaposición de tradiciones. Respecto a este tema se encuentran variadas hipótesis; todas ellas intentan identificar el elemento organizador, el hilo conductor de todo el relato, y tienen el mérito de contribuir a captar distintos aspectos presentes en un único texto.

 

El análisis literario permite determinar la organización del texto, basándose en los elementos entregados por el mismo, como por ejemplo los procedimientos literarios usados: sumarios, anuncios de temas, las repeticiones de palabras o frases, las estructuras paralelas, concéntricas, los nexos verbales, etc.

 

Algunos elementos que permiten determinar estructuras:

 

a)   Geográficos: Galilea, Cafarnaún, Jerusalén, los movimientos de los diversos personajes de un lugar a otro, etc.

b)  Cronológicos: “el día en Cafarnaún” (cf. 1,21-38); “los tres días antes de la pasión” (cf.11,1ss), etc.

c)   Numéricos: el número tres parece tener importancia en el relato de Marcos: tres anuncios de la muerte y la resurrección (cf. 8,31; 9,30-32; 10,32-34); tres disputas en Jerusalén con tres grupos (cf. 11,27—12,37); tres menciones de las mujeres (cf. 15,40.47; 16,1);

d)  Temáticos: de contenido: por ejemplo, las dos denominaciones de Jesús enunciadas en el primer versículo “Mesías e Hijo de Dios”, que constituyen la idea guía del relato y vuelven a aparecer en la confesión de Pedro (cf. 8,29) y en la del centurión romano (cf. 15,39); también el tema del discipulado, estrechamente unido con la cristología (cf. los tres sumarios/anuncio sobre la actividad de Jesús seguidos inmediatamente de un relato sobre los discípulos: 1,14-20; 3,7-19; 6,6b–7,13).

Estructura en dos partes.

 

Varios estudiosos consideran que el primer versículo de Marcos es un título programático, que divide temáticamente el relato en dos grandes partes.  La primera llevaría al lector a asociarse a la confesión de Pedro (cf. 8,29), reconociendo en Jesús al Mesías; y la segunda lo conduciría a reconocer que el crucificado es el Hijo de Dios, asociándose así a la confesión del centurión romano (cf. 15,39).  Estas dos escenas dividirían el conjunto en dos grandes partes: 1,1—8,30, orientada al mesianismo, y 8,31—16,8, orientada hacia la filiación divina de Jesús. Dicha división es confirmada por el contenido.[22]

 

Basándose en criterios literarios y temáticos, Rodríguez Carmona[23], presenta las siguientes subdivisiones internas:

 

I.                        Introducción: 1,1-13

·   “Título del evangelio”: La afirmación de fondo:  Jesús, Cristo, Hijo de Dios.

·   Tríptico introductorio 1,2-13

vv.2-8  Predicación de Bautista

vv.9-11 Bautismo de Jesús

vv. 12-13 Tentaciones

 

II.           1a parte: Evangelio de Jesús como Mesías que proclama el reino de Dios:

   1,14—8,30  Estructurada en tres acciones de Jesús y la consiguiente respuesta de los quienes le rodean.

a)  acción de Jesús y respuesta de los fariseos 1,14—3,6

b)  acción de Jesús y respuesta del pueblo 3,7—6,6a

c)   acción de Jesús y respuesta de los discípulos 6,6b—8,30

                                                                                                              

III.         2a parte: Evangelio de Jesús como Hijo de Dios que muere y resucita:

               8,31—16,8    

a)  Jesús se dirige a Jerusalén  8,31—10,52

b)  actividad de Jesús en Jerusalén antes de la pasión  cc.11—13

c)   pasión, muerte y anuncio de la resurrección  14,1—16,8

Estructura cristocéntrica[24]

 

Propuesta por Eduardo Pérez-Cotapos en su curso de Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles. En esta estructura, la confesión de Pedro funciona como bisagra que mantiene unida y a la vez distingue las dos partes que formarían el evangelio.

 

            1,1-13             Introducción

·    1,1 Inicio del evangelio de Jesucristo Hijo de Dios

·    1,11 Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco

           

            1,14—8,26      1a parte: pregunta por la identidad de Jesús ¿Quién es Jesús?

                                   1,14—3,6 primer anuncio del Reino

                                   3,7—6,6a  la condición parabólica de la presencia del Reino

          6,6b—8,26 sección de los panes: necesidad de entender la manera de actuar de Jesús

 

            8,27-30           Confesión de Pedro: bisagra teológica del evangelio.

Los discípulos, por boca de Pedro, reconocen la verdadera identidad de Jesús:

·     9,7  Este es mi Hijo amado escúchenle

 

8,31—16,20    2a parte: pregunta por el mesianismo sufriente de Jesús

          8,31—10,52 Jesús predica anunciando claramente su muerte, camino de Jerusalén

                                   11,1—13,37 ministerio de Jesús en Jerusalén

                                   14,1—16,20 relato continuo de la Pasión y Resurrección

·      15,39 Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios

 

 

 

 

 

 

JESÚS,  EN MARCOS.[25]

 

En el ámbito cristológico, es relevante para comprender la identidad de Jesús como Hijo de Dios la insistencia que hace Marcos en los milagros de Jesús. Éste los realiza en nombre propio y nunca en el nombre de Dios, como otros taumaturgos de la época. Son gestos del Hijo de Dios ungido con el Espíritu que vence a Satanás y libera la humanidad. Indicador de ello son los exorcismos, el más frecuente de los hechos milagrosos cf. 5,1-21, solo puede echar a los demonios uno que tenga más poder que ellos y por supuesto que pertenezca al ámbito celeste, Dios, y no como pensaban sus opositores el demonio.

 

El evangelista presenta a Jesús como el signo de la salvación; por lo mismo, rechazarlo equivale a la perdición sin perdón cf. 3,29. En los signos milagrosos se expresa el poder de perdonar los pecados que sólo pertenece a Dios cf. 2,5-10 y el don de la purificación cf. 1,40-41; también se expresa el poder de Jesús sobre la vida. Así en la resurrección de la hija de Jairo cf. 5,35-43, tenemos un signo de la victoria definitiva sobre la muerte.

 

Los  “prodigios” realizados por Jesús no pueden ser leídos al margen de la cruz. Todo desde el camino de la cruz, vía de dolor y muerte preanunciada en 8,31. Este contraste es desarrollado hasta llegar a Jerusalén (c.10). Mientras que los milagros terminan por desaparecer del relato, el viaje concluye en la Ciudad Santa con la Pasión (cc. 14—15). Los dos caminos se cruzan; más aún, ya los milagros habían preparado el drama mesiánico alzando contrastes y amenazas cf. 3,1-6; 3,22. El verdadero prodigio mesiánico, preanunciado por los milagros, será la Pasión, y, el momento de la gloria salvadora, su muerte en cruz. Vuelve el tema de su relación con la teología paulina. [26]Sólo entonces madurará la fe en el Hijo de Dios que salva (15,39).

 

Marcos muestra también como en Jesús indisolublemente unida a su condición de Hijo de Dios, está su condición de Hijo del hombre

 

Con este título Jesús se designa habitualmente, recurre 14 veces en Mc cf. Mc 2,10.28; 8,31.38; 9,9.12.31; 10,33.45; 13,26; 14,21.41.62, Con esta denominación, Marcos ubica a Jesús en el contexto de la esperanza escatológica compartida con su pueblo y  además nos sitúa en la profundidad del significado de su condición humana.

 

Sobre la figura del Hijo del Hombre hay dos grandes vertientes interpretativas. La primera es de tipo colectiva; “Hijo del Hombre” no tiene por tanto existencia personal, sino que más bien designa un grupo: es signo del pueblo de Israel y ha sido elegido por Dios desde un principio.  La otra corriente va en la  línea personal: el “Hijo del Hombre” es revelación de Dios, es la figura mesiánica a quien se le concede el poder y trae consigo la salvación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CONCLUSIÓN

 

Sin duda que interiorizarse un poco más por el autor de una obra literaria ayuda a la compresión de la misma, a situarnos con otros ojos ante las expresiones y hechos aludidos en el texto, con los ojos del propio autor: sus intereses, tradiciones, estilo, etc. Cuando se trata de profundizar en quien escribió uno de los evangelios los resultados de aprendizaje, aplicación pastoral y crecimiento pastoral son notables. Esto concluyo al terminar mi trabajo sobre Marcos y su evangelio. Me ha ayudado a adentrarme un poco más en este evangelio que es uno de los más antiguos, de hecho el más antiguo según se afirma actualmente. En él se puede percibir rasgos propios de la formación de las primeras comunidades, los tremas cristológicos y apologéticos afines.

 

Queda mucho aun por profundizar. El adentrarse un poco al evangelio nos deja con gusto a poco y con ganas de seguir profundizando. Pero ya con lo realizado son grandes los aportes que me quedan para hacer una lectura más profunda del evangelio y presentarlo de mejor manera en las tareas pastorales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

-          AGUIRRE R., “La investigación de los evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles en el siglo XX”, Ed. Verbo Divino, Pamplona 1996.

-          DELORME J., “El evangelio según san Marcos”, Cuadernos bíblicos, Ed. Verbo Divino, Navarra 1988.

-          EUSEBIO, Historia Eclesiástica III.

-          MARXEN W., Introducción al Evangelio de Marcos, pp.  153-155; TAYLOR, V. Evangelio según San Marcos, Cristiandad, Madrid 1980.

-          PÉREZ-COTAPOS, E., Introducción a los Evangelios.

-          RODRÍGUEZ  A., Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles, Verbo Divino, Estella 1994.

-          SCHMID J., “El evangelio según san Marcos”, Ed. Herder, Barccelona 1967

-          TAYLOR V., Evangelio según san Marcos, Ed. Cristiandad, Madrid 1979.



[1] Cfr. AGUIRRE R., “La investigación de los evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles en el siglo XX”, Ed. Verbo Divino, Pamplona 1996, p.39.

[2] Cfr. AGUIRRE R., “La investigación de los evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles en el siglo XX”, Ed. Verbo Divino, Pamplona 1996, pp. 40,41y 42.

[3] Cf. MARXEN W., Introducción al Evangelio de Marcos, pp.  153-155; TAYLOR, V. Evangelio según San Marcos, Cristiandad, Madrid 1980, pp. 50-55.

[4] DELORME J., “El evangelio según san Marcos”, Cuadernos bíblicos, Ed. Verbo Divino, Navarra 1988, pp. 8-9.

[5] EUSEBIO, Historia Eclesiástica III, 39, 15

[6] Cfr. TAYLOR V., Evangelio según san Marcos, Ed. Cristiandad, Madrid 1979, pp. 30-31.

[7] Cfr. DELORME J., “El evangelio según san Marcos”, Cuad. bíblic., Ed. Verbo Divino, Navarra 1988, p. 8.

[8] Cfr. TAYLOR V., Evangelio según san Marcos, Ed. Cristiandad, Madrid 1979, p. 52.

[9] Cfr. TAYLOR V., Evangelio según san Marcos, Ed. Cristiandad, Madrid 1979, p. 53.

[10] Cf. SCHMID J., “El evangelio según san Marcos”, Ed. Herder, Barccelona 1967, pp. 18-21.

[11] Cfr. DELORME J., “El evangelio según san Marcos”, Ed. Verbo Divino, Navarra 1988, p. 10.

[12] Cfr. DELORME J., “El evangelio según san Marcos”, Ed. Verbo Divino, Navarra 1988, p. 10; TAYLOR V., Evangelio según san Marcos, Ed. Cristiandad, Madrid 1979, p. 54

[13] Cfr. TAYLOR V., Evangelio según san Marcos, Ed. Cristiandad, Madrid 1979, p. 55.

[14] Cf. SCHMID J., “El evangelio según san Marcos”, Ed. Herder, Barccelona 1967, p. 22.

[15] Cfr.  PÉREZ-COTAPOS E., Introducción a los Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles.  Material de Internet.

[16] Cfr. TAYLOR V., Evangelio según san Marcos, Ed. Cristiandad, Madrid 1979, pp. 77-87

[17] Cfr. SCHMID J., “El evangelio según san Marcos”, Ed. Herder, Barccelona 1967, p. 145.

[18] Cfr. SCHMID J., “El evangelio según san Marcos”, Ed. Herder, Barccelona 1967, p. 145.

[19] Cfr. SCHMID J., “El evangelio según san Marcos”, Ed. Herder, Barccelona 1967, p. 145.

[20] Cf. SCHMID J., “El evangelio según san Marcos”, Ed. Herder, Barccelona 1967, p. 146.

[21] Cf. SCHMID J., “El evangelio según san Marcos”, Ed. Herder, Barccelona 1967, p. 14.

[22]  Cf. RODRÍGUEZ  A., Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles, Verbo Divino, Estella 1994, p.109.

[23] Cf. RODRÍGUEZ  A., Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles, Verbo Divino, Estella 1994, pp. 109-119.

[24] Cfr.  Pérez-Cotapos, E., Introducción a los Evangelios, pp. 85-95

[25] Todo este tema que presento esta desarrollado por  RODRÍGUEZ  A., Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles, Verbo Divino, Estella 1994, p.131-137.

[26] Cf. RODRÍGUEZ  A., Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles, Verbo Divino, Estella 1994, p.140.







 
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  CALENDARIO LITÚRGICO
6 DE JULIO DE 2008

Santoral: Santa María Goretti
Primera Lectura: Zacarías 9,9-10
Salmo Responsorial: 144
Segunda Lectura: Romanos 8,9.11-13
Evangelio: Mateo 11,25-30
  RECTOR Y FORMADORES
Padre Rector: Edison Diaz Moya
Fdor. Propedéutico: Pbro. Juan C. Hernández
Fdor. 1° Filosofía: Pbro. Leonardo Villagrán
Fdor. 2° Filosofía: Pbro. Carlos Mellado
Fdor. Año Pastoral: Pbro. Nelson Hualquimil
Fdor. 1°Teología: Pbro, Edison Díaz
Fdor. 2°Telogía: Pbro. Juan C. Hernámdez
Fdor. 3° Teología: Pbro. Nelson Huaquimil
Fdor. 4° Teología: Pbro. Edison Díaz
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